martes, 28 de junio de 2022

Comunicación y autoliderazgo


La comunicación es un proceso esencial para el desarrollo del liderazgo y de las organizaciones en general. Sin una Comunicación Efectiva, las empresas y los emprendimientos, no serían capaces de transmitir los objetivos de la empresa a los equipos de trabajo.

Pero aquí, es necesario hacer un alto porque antes de hablar de autoliderazgo porque, antes de liderar a otros, es necesario mirarnos en el espejo y observar cómo nos hablamos, cómo nos decimos y demostramos que confiamos en nosotros mismos.

Allí, empieza el desafío de buscar la coherencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos en nuestra vida cotidiana, para de allí en más, construir nuestro liderazgo.

Las habilidades que se demanda a todo líder, primero lo debe cultivar en sí mismo. Aquí algunas de ellas:

  • Saber comunicar
  • Ser empático
  • Buscar sumar
  • Ser responsable

Pero, primero… vamos a mirarnos en el espejo…

 

 

lunes, 27 de junio de 2022

Comunicación consciente



Ser un comunicador consciente es precisamente eso, ser partícipes de toda nuestra comunicación. Para ello, se requiere desarrollar la inteligencia emocional, la cual se manifiesta en el dominio de nuestras emociones, así como en la aceptación de las ajenas.

El primer paso a seguir cuando queremos ser comunicadores conscientes es entender que la comunicación es un proceso. Esta habilidad abarca numerosos ámbitos:

La ortografía y la buena dialéctica. Una persona que comete faltas de ortografía, basa su lenguaje en muletillas o no estructura correctamente su discurso es un comunicador que lastra su propia comunicación. La palabra es una de nuestras primeras cartas de presentación, por lo que cuidarla siempre es una buena idea.

La falta de emociones en el discurso. La comunicación no se basa únicamente en la transmisión de información; si únicamente producimos información, será más difícil que llegue a los receptores. Ganaremos si la impregnamos de emociones, alusiones y empatía con los demás. El efecto será inmediato: el público se sentirá parte del proceso comunicativo, tendremos su implicación, su atención. Esto también aumenta la probabilidad de que nuestro mensaje quede grabado en su memoria.

La comunicación no verbal. La comunicación no verbal se refiere no solo a la gesticulación y otra clase de lenguajes corporales, sino a la información implícita o pragmática que compartimos con nuestro interlocutor. Por ello, intentemos cuidar ambos aspectos: es importante que nuestro lenguaje corporal indique que estamos abiertos al diálogo y a otras formas de pensar. Además, los elementos pragmáticos son fundamentales. El lenguaje o las emociones implícitas, los códigos sociales que compartimos o en los que diferimos deben estar en nuestra mente continuamente para adaptarnos mejor a aquellos con los que nos comunicamos.

La responsabilidad frente a los sentimientos. No todos sentimos de la misma manera y, por tanto, no expresamos nuestras emociones igualmente. Si deseamos algo de los demás, debemos encontrar la forma más adecuada de pedirlo.

En definitiva, ser comunicadores conscientes nos hace comunicadores más eficientes. Nos hace más empáticos, nos permite expresarnos de forma más adaptada a nuestro contexto social y crear lazos sociales más fuertes. Hablamos de un proceso duro, porque implicará, entre otros logros, identificar y reconocer nuestros errores actuales, pero también sus frutos que merecerán la alegría.

 

domingo, 26 de junio de 2022

Hablemos de la buena redacción


“La persona que tiene como trabajo redactar un texto debe percibirse como un artesano produciendo un objeto. El texto es el objeto del redactor. Tanto el artesano como quien escribe deben conocer –lo más profundamente posible- sus herramientas y la materia que deben vencer, ya que deberán hacerlo de una manera práctica, concreta.”
Carmen Galindo
Autora del Manual de Redacción Académica e Investigativa.

Sin dudas, construir con palabras es un trabajo artesanal casi, así como un carpintero que no trata con rudeza las quebradizas piezas de madera, sino que se auxilia de la sierra y el cepillo cuando tiene que cortar y rebajar la madera; la persona que redacta puede seguir este proceder con la escritura, mediante el estudio y conocimiento del lenguaje y de la palabra.

A continuación, te dejamos algunos puntos a tener en cuenta para una buena redacción tomando como base precisamente el conocimiento del lenguaje y de la palabra, que son la materia prima del redactor y, sustento de la gramática y el estilo.

1. Uso de diccionarios.

2. Escribir, escribir y escribir.

3. No repetir vocablos. 

4. Leer

5. No emplear sinónimos rebuscados.

6. Adjetivar para orientar al lector.

7. Evitar las palabras vagas. 

8. No elegir las palabras por bonitas, sino por su significado.

9. No emplear tecnicismos innecesarios.

10. Releer lo escrito como si fuera otro el autor.

11. Entrar directamente en materia. 

12. Alternar frases breves y largas.

 
Fuente: educrea.cl

 

 

Las palabras que nos decimos

Desde hace un tiempo, vengo pensando en lo importante que es detectar cómo nos hablamos, las frases que usamos para con nosotros mismos que,...