“La persona
que tiene como trabajo redactar un texto debe percibirse como un artesano
produciendo un objeto. El texto es el objeto del redactor. Tanto el artesano
como quien escribe deben conocer –lo más profundamente posible- sus herramientas
y la materia que deben vencer, ya que deberán hacerlo de una manera práctica,
concreta.”
Carmen Galindo
Autora del
Manual de Redacción Académica e Investigativa.
Sin dudas, construir con palabras es un trabajo artesanal casi, así como un carpintero que no trata con rudeza las quebradizas piezas de madera, sino que se auxilia de la sierra y el cepillo cuando tiene que cortar y rebajar la madera; la persona que redacta puede seguir este proceder con la escritura, mediante el estudio y conocimiento del lenguaje y de la palabra.
A continuación, te dejamos algunos puntos a tener en cuenta para una buena redacción tomando como base precisamente el conocimiento del lenguaje y de la palabra, que son la materia prima del redactor y, sustento de la gramática y el estilo.
1. Uso de diccionarios.
2. Escribir, escribir y escribir.
3. No repetir vocablos.
4. Leer
5. No emplear sinónimos rebuscados.
6. Adjetivar para orientar al lector.
7. Evitar las palabras vagas.
8. No elegir las palabras por bonitas, sino por su significado.
9. No emplear tecnicismos innecesarios.
10. Releer lo escrito como si fuera otro el autor.
11. Entrar directamente en materia.
12. Alternar frases breves y largas.
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